jueves, 24 de mayo de 2007

Historia de la joyería

Joyería, objetos personales utilizados desde la antigüedad en todas las culturas como adorno, signo de posición social, rango oficial o símbolo de creencias religiosas. La joyería comprende los objetos realizados en diferentes tipos de material orgánico e inorgánico como cabello, pluma, piel, escamas, hueso, concha, madera, barro, metal o mineral. En este trabajo, el término se refiere a piedras preciosas o semipreciosas y a objetos realizados con metales preciosos o bellos como oro, plata, platino, cobre y latón. Las joyas se utilizan en adornos para la cabeza y la cara como coronas, diademas, horquillas, pendientes, aros para nariz y labios; para el cuello como collares, y colgantes; para el pecho como broches y botones; para brazos y piernas como anillos, brazaletes, y tobilleras; y en otro tipo de adornos como cinturones con dijes (colgantes), esencieros y rosarios. Gran parte del conocimiento actual sobre las joyas antiguas procede de los objetos personales encontrados en las tumbas, pinturas y esculturas



JOYAS


Cuentas o Abalorios, pequeños objetos, normalmente redondos y perforados, que se pueden ensartar en forma de collares o brazaletes, o pegar a la vestimenta. Pueden estar hechas de semillas, madera, marfil, hueso, asta, nácar, coral, perlas, azabache, piedras preciosas, metales, cerámica o plástico. Se utilizaban ya en el paleolítico como amuletos o dijes con propiedades mágicas. Ya se llevaban en Mesopotamia y en la India diversos collares de cuentas de oro. Los nobles egipcios regalaban grandes collares con cuentas de colores de piedras preciosas, cerámica o cristal. Los cortesanos de Bizancio y la nobleza mogol india llevaban collares de perlas. Los indígenas de América del Norte y las tribus africanas llevaban collares de pequeños abalorios así como cuentas bordadas en su indumentaria y talegas (caso de las túnicas de piel de los inuit o esquimales, y los delantales de los ndebele de Suráfrica). Algunos pueblos africanos adornan los tocados con cuentas y cubren sus vasijas. En el este de Norteamérica se utilizaban como moneda de cambio. Los aztecas llevaban mantos o túnicas, que los más ricos llevaban de plumas o adornados con cuentas doradas; además, acostumbraban a adornarse labios, orejas y nariz con objetos de cristal, piedra, jade y oro. En Europa desde el siglo XIII el uso de perlas y cuentas de cristal fue muy común en la joyería y los bordados. Las mujeres lucían largas sartas de perlas, primero auténticas y después artificiales. Asimismo, cientos de pequeñas cuentas de cristal y aljófares se bordan sobre vestidos , cuadros pequeños, cajas, cestas, monederos o se utilizan como cenefas en vestidos y en lámparas.

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